"EL APOCALIPSIS O EL DÍA DEL SEÑOR" Por E. W. Bullinger – LA CONCLUSION DE TODO EL LIBRO Y APÉNDICE. Publicación No. 22
Amados de Dios:
Queremos engrandecer, glorificar y alabar a nuestro tan
amado Padre Celestial, que en Su infinita bondad y gracia nos ha bendecido
indescriptiblemente al permitir sumergirnos en el maravilloso libro “Apocalipsis o El Día del Señor” de Su
tan digno ministro E.W. Bullinger,
del cual hoy les hacemos la última entrega. Nuestro Dios ha sido muy generoso sobreabundado
en nosotros luz en Sus preciosas y grandísimas promesas sobre nuestra bendita
esperanza, y para Él es nuestro profundo agradecimiento, reconocimiento, honra,
veneración y adoración.
Pensábamos que nuestra esperanza consistía básicamente en
el Arrebatamiento o Rapto, pero Él nos ha regalado en gozo de ver más allá, de “asomarnos”
a las visiones que vio el apóstol Juan en el Cielo y a las visiones de los
acontecimientos futuros de esta muy precisa, exacta, asombrosa, terrible y a la
vez, muy hermosa profecía descrita en las Sagradas Escrituras que será absoluta,
cabal y ciertamente cumplida. Nuestro Dios es un Dios de amor y de justicia, un
Dios de integridad y rectitud.
Deseamos expresar que nuestro apasionado amor, reconocimiento
y profunda admiración por nuestro Abba Padre y nuestro Señor Jesucristo, han
crecido como la espuma al contemplar la gran majestuosidad, poder y grandeza de
nuestro DIOS y la gloria con la que ha vestido e investido a nuestro muy amado
Salvador.
¡Nuestro Rapto o Arrebatamiento es inminente! ¡En un
abrir y cerrar de ojos, se tocará la final trompeta de la Era de Gracia, y seremos
transformados, libres para siempre de nuestro cuerpo de muerte! Satanás
entonces, desencadenará todos sus malévolos y astutos planes con la Bestia y el
Anticristo para dominar y gobernar al mundo hundiéndolo paulatinamente a lo
largo de más o menos 40 años, en la más terrible podredumbre y corrupción social
y religiosa, persiguiendo sin piedad al Pueblo escogido de Dios. La
administración de Apocalipsis se cumplirá al pie de la letra en cada una de sus
asombrosas y terribles profecías. Los últimos siete años de la siguiente
administración la tierra vivirá la Gran Tribulación, es entonces cuando serán desencadenados
los espíritus diabólicos encarcelados que causaron el diluvio en los días Noé,
y se describe con gran precisión en las Sagradas escrituras el horror de estos
días. El Día del hombre (es decir, el Día en que el hombre decide y dispone
junto con el dios de este siglo) llegará a su fin. ¡Hemos visto con gran júbilo
en los escenarios descritos en el Apocalipsis descender en su segunda venida (y
a nosotros los miembros del Cuerpo con él) a nuestro muy amado Señor y Salvador
Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores viniendo a reinar sobre esta
tierra! Se llevará a cabo el encadenamiento de Satán y se establecerá el
Reinado del Milenio. Acontecerá la Resurrección de los justos y la Resurrección
de los injustos. Al final de estos mil años del Reinado de Cristo, las Naciones
se amotinarán contra Dios y contra Su Cristo. Se revelarán aun viviendo en
medio de un ambiente hermoso y prospero en un Reino de genuino amor y justicia,
y al ellos intentar conspirar y organizarse para pelear y arrebatar el Reino,
serán consumidos con fuego del Cielo. Vendrán los grandes juicios de Dios. Después
de la gran batalla o Armagedón, Satanás y todas sus huestes serán arrojados al
lago de fuego donde será el lloro y crujir de dientes. El postrer enemigo que será
destruido es la muerte. ¡Se restaurará de nuevo el Paraíso! Jesucristo entregará
todo en manos de nuestro Dios y Padre ¡Veremos descender del Cielo la Nueva Jerusalén
hermosamente ataviada como una novia para su marido! La descripción de este
lugar que será nuestro hogar eterno, aquella ciudad que esperaba Abraham y los
profetas cuyo Arquitecto y constructor es Dios, es simplemente extraordinaria.
¡Algo que nos ha apasionado del libro de Apocalipsis, son
las adoraciones ahí descritas que ocurren en el Cielo por los ángeles de Dios y
los Seres celestiales que son gloriosas!
¡La descripción de todos los acontecimientos que ocurrirán
en los tiempos descritos en el libro de Apocalipsis, son asombrosas y muy
precisas! Son tantos y tan numerosos los detalles descritos en este libro, que
nos han dejado boquiabiertos admirando la gloria de nuestro Dios y Padre y la
grandeza ante Sus planes y propósitos. ¡Hemos caído de rodillas para adórale y
darle gloria y honor con todo nuestro ser!
¡Bendito sea nuestro Todopoderoso Dios y Padre, y nuestro
glorioso Señor y Salvador viviente que regresa, Jesucristo!
Es nuestra oración que este libro sea para GLORIA Y
ALABANZA de nuestro Dios, y que traiga luz al entendimiento de cada hijo Suyo que
lo lea anhelante por conocer toda La Verdad. Y que, una vez ocurrido el Rapto,
Él bendiga a Su amado Pueblo Israel y a la gente de las Naciones que le busque
y se hayan quedado aquí, y que si a Él le place, les haga llegar este libro y
les sea un instrumento útil para luz y consuelo a sus vidas. Lo pedimos a
nuestro Dios (de Quien somos y a Quien servimos), en el nombre glorioso de
nuestro Señor Jesucristo, Amen.
Antes
bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en
corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 2
Corintios 2:9
Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6
Por
tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1ª Timoteo 1:17
Con gran amor en Cristo,
Claudia Juárez Garbalena y Juan Luis Molina.
"EL APOCALIPSIS O EL DÍA DEL SEÑOR"
Por E. W. Bullinger –
LA CONCLUSION DE TODO EL LIBRO
Y APÉNDICE.
Publicación No. 22
Bienaventurado el
que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 1:3
y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 1:3
Por
E.W. Bullinger, D.D.
Segunda edición
(Revisada y corregida)
1909
Traducción al español por Juan Luis Molina
Con la colaboración
de
Claudia Juárez
Garbalena
La Conclusión A. 22: 6-21.
La Conclusión de Todo el Libro.
La Conclusión de Todo el Libro.
Esta Conclusión está remodelada precisamente en las mismas líneas, en
cuanto a la estructura, que la Introducción.
Es breve e impresionante. Su alcance parece anticipar las dificultades del
lector, asegurándole una y otra vez la solemnidad y verdad de las palabras de
este libro.
Sus verdades absolutas y
certezas están impresas ante nosotros. Tres veces se nos repite en este Libro
que estos dichos son “fieles y verdaderos”: 20:9; 21:5; 22:6. En la
Introducción y en la Conclusión se nos afirma (tres veces) que estas palabras
provienen de Dios (y no, por tanto, de Juan, aunque nos lleguen a través de
Juan): en 1:1 y 22:6, 16. En ambas se pronuncian también una bendición sobre
los lectores y guardadores de este libro: 1:3 y 22:7.
Esto es lo que este Libro
reclama ser. Si este clamor no fuese cierto, entonces el libro no sería más que
una invención; y no sería digno de nuestra atención o consideración.
El único gran propósito de
esta Conclusión parece ser recalcar e imprimir este clamor en nosotros de la manera
más fuerte posible.
Tenemos cuatro veces a la
persona testificando; y cuatro veces las cosas que testifica. Cuatro veces
tenemos la proximidad del Adviento proclamado; y cuatro veces la bendición
anunciada.
La Estructura es la siguiente,
y cuando la comparamos con la Introducción, rápidamente nos damos cuenta que
está construida sobre el mismo modelo:
A., 22: 6-21. Conclusión.
A | A1 |
a1 | 6-. El Ángel testificando.
b1 | -6. Las cosas que testifica. "Que deben pronto suceder." (Compare 1: -1)
B1 | c1 | 7-. Adviento. "He aquí, vengo pronto".
d1 | -7.Bendición. "Bienaventurado aquel..." (Vea 1: 3-).
A2 | a2 | 8, 9. El Ángel testificando.
b2 | 10, 11. Las cosas que testifica. "Las profecías de este libro" (1: 3, "el tiempo está cerca").
B2 | c2 | 12, 13. Adviento. "He aquí yo vengo pronto..."
d2 | 14, 15. Bendición. "Derecho al árbol de la vida".
A3 | a3 | 16. El Ángel testificando. "Yo Jesús he enviado mi ángel" (1: -1- ).
b3 | -16-. Las cosas que testifica. Jesús la esperanza de Israel (1: 4).
B3 | c3 | -16. Adviento. La persona que viene descrita como "la Estrella de la Mañana."
d3 | 17. Bendición. "Venga" y tome "del agua de la vida”
A4 | a4 | 18-. El propio Jesús testificando. "Yo testifico" (1: 17, 18).
b4 | -18, 19. Las cosas testificadas. "Si alguno..."
B4 | c4 | 20. Adviento. "Ciertamente vengo e breve" (1: 7- ). Clamor de promesa y respuesta.
d4 | 21. Bendición. "La gracia de nuestro Señor" (1: 4, 5)
b1 | -6. Las cosas que testifica. "Que deben pronto suceder." (Compare 1: -1)
B1 | c1 | 7-. Adviento. "He aquí, vengo pronto".
d1 | -7.Bendición. "Bienaventurado aquel..." (Vea 1: 3-).
A2 | a2 | 8, 9. El Ángel testificando.
b2 | 10, 11. Las cosas que testifica. "Las profecías de este libro" (1: 3, "el tiempo está cerca").
B2 | c2 | 12, 13. Adviento. "He aquí yo vengo pronto..."
d2 | 14, 15. Bendición. "Derecho al árbol de la vida".
A3 | a3 | 16. El Ángel testificando. "Yo Jesús he enviado mi ángel" (1: -1- ).
b3 | -16-. Las cosas que testifica. Jesús la esperanza de Israel (1: 4).
B3 | c3 | -16. Adviento. La persona que viene descrita como "la Estrella de la Mañana."
d3 | 17. Bendición. "Venga" y tome "del agua de la vida”
A4 | a4 | 18-. El propio Jesús testificando. "Yo testifico" (1: 17, 18).
b4 | -18, 19. Las cosas testificadas. "Si alguno..."
B4 | c4 | 20. Adviento. "Ciertamente vengo e breve" (1: 7- ). Clamor de promesa y respuesta.
d4 | 21. Bendición. "La gracia de nuestro Señor" (1: 4, 5)
El Primero de los Cuatro
Miembros
a1. 22: 6-. El Ángel Testificando.
22: 6-. Y me dijo,] Este es el ángel de
1:1, reafirmándole a Juan la verdad para la cual fue “enviado” a mostrarle y
decirle.
b1. 22: -6. Las Cosas que Testifica
-6. "Estas palabras son fieles y
verdaderas, y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.] La
lectura “espíritus de los profetas” debe tomarse como la Figura Metonimia, por la cual la palabra
“espíritus” se pone por los dones del
Espíritu, tal como en 1ª Corintios 14:12, 32. Etc. Y la Figura se emplea
para enfatizar el hecho de que las revelaciones hechas por los profetas fueron
dadas por el Espíritu Santo de Dios; y no fueron ellos que las inventaron. Aquí
tenemos que observar además que todavía son los “siervos” de Dios a quienes
especialmente se dirige en lo concerniente a la interpretación de este libro.
c1. 22: 7-. El Adviento.
7-. Y* he aquí, vengo pronto:] Las palabras del Ángel pasan a ser las
palabras de Cristo, las cuales fue enviado a informar. Igual que en el
versículo 12, y 11:3. Esto corresponde con el cap. 1:7, igual que 22:16.
* G.L.T.Tr.A. WH. y RV.
añaden "y".
d1. 22: -7. La Bendición.
-7. Bienaventurado el que guarda las
palabras de la profecía de este libro.] Una vez más se repite la bendición
de 1:3, mostrando la importancia del estudio de este libro. Y eso significa
“este libro”; no solamente ciertas partes suyas, sino el libro en su totalidad.
El Señor no dice aquel que lo entienda, sino
que “guarde lo que dice” en su corazón, porque el tiempo está próximo; es
decir, el próximo tiempo en orden al presente.
No interviene ninguna otra
dispensación, y los dichos de este libro tienen que guardarse para el tiempo
que se aproxima.
El Segundo de los Cuatro
Miembros.
a2. 22: 8, 9. El Ángel Testificando.
8. Y yo Juan soy el que oyó y vio
estas cosas.* Y después
que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me
mostraba estas cosas. (9) Pero el me dijo: Mira, no lo
hagas: ** yo soy consiervo
tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este
libro. Adora a Dios."] Otra vez estuvo Juan a punto de cometer el
mismo error. La doble corrección nos muestra cuan firme es el decreto de que
solamente Dios es quien recibe adoración; y que no debe dirigirse a ningún otro
ser creado. Observe, además, que el Ángel es un “consiervo” con Juan (porque
todo sirve a Dios). Consiervo no se
limita a la carne; es de acuerdo a la
naturaleza.”Consiervo” implica un
servicio común de acuerdo al estatuto y posición.
* Este es el
orden de las palabras de acuerdo a G.L.Tr.A. WH. y RV.
**
G.L.T.Tr.A. WH. y RV. omiten (...) (gar) porque.
b2. 22: 10, 11. Las Cosas Testificadas.
10. Y me dijo: No selles las
palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca."]
Este mandamiento se halla en contraste con cap. 10:4, donde se encuentra una
profecía especial en medio de las profecías generales que tenía que ser
sellada. También está en contraste con Daniel 12:4, 8, 9, donde Daniel tuvo que
sellar la Visión, porque había otra Dispensación que debía intervenir antes que
la Visión pudiera cumplirse. Esa Dispensación era concerniente al misterio de
Cristo y la Iglesia. Aquel misterio debería completarse antes de iniciarse el
Apocalipsis, y es por eso que aquí a Juan se da el mandamiento “No selles”.
Cuando el Ángel le mandó a
Daniel que sellase la Visión, a seguir añadió, “Muchos serán limpios, y
emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de
los impíos entenderá” (Daniel 12:10).
Cuando el Ángel, aquí, le
manda a Juan que no selle la profecía, a seguir añade también palabras
similares:
11. El que es injusto, sea injusto
todavía (participio presente de condición), y el que es inmundo (moralmente corrupto), sea
inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es
santo, santifíquese todavía.] Estas solemnes y misteriosas palabras no
tienen referencia al estado pos Milenial o Eterno. Son dadas como una declaración
presente, y como una razón para el mandato “No selles”, que inmediatamente les
antecede.
(1) “No selles las palabras”. Proclámalas;
hazlas conocidas; aun cuando la maldad del hombre continúe en su malicia, y el
justo en su justicia. Si, aunque nadie las retenga, y el sabio las desprecie,
“no las selles”. La exhortación es aquellos que pertenezcan al periodo que
ahora se denomina “el tiempo que está cercano”, cuando haya llegado a ser
tiempo presente. Así, pues, pertenecen al tiempo de la Apostasía.
(2) “El tiempo es de oscuridad”. Sigan los
hombres sus caminos; el tiempo es corto. Como dijo, en el espíritu de Mateo
26:45, “Dormid ya, y descansad. La hora se acerca”. Compare Ezeq.3:27.
(3) Un tercer motivo viene a
continuación. Siga el malo con su maldad, y el justo en su justicia. Mi
adviento esta cercano, y conmigo traigo mi juicio y mi recompensa.
c2. 22: 12, 13. El Adviento.
12. He aquí yo vengo pronto,
y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (13) Yo soy el Alfa y la Omega,
el principio y el fin, el primero y el último.] Esta es una gran razón de
por qué los justos tienen que perseverar y mantenerse en su camino. Sus
recompensas están aseguradas, porque el Adviento es cierto. El que habla es el
Señor Jesús; sus atributos señalan que son palabras pertenecientes a Dios. (Vea
Isaías 41:4; 43:10; 44:6; 48:12). Aun cuando sea el Ángel quien habla, lo hace
en su nombre y enviado por él. Hay otros lugares en este libro donde se
introducen nuevos oradores sin ser nombrados.
d2. 22: 14, 15. La
Bendición.
14. Bienaventurados los que ponen en
práctica Sus mandamientos (o lavan
sus ropas), para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las
puertas en la ciudad.] Debemos notar que el pasaje de lavar sus
ropas (7:14), se halla en el modo pasado,
porque el acto se relata como si hubiese sido realizado en el pasado por
aquellos que salieron de la gran tribulación. Sin embargo aquí, se haya en el
modo presente, porque las palabras
del Ángel contemplan, no aquellos que están presentes en esta dispensación de
gracia, o en la próxima del juicio; sino en la todavía futura dispensación de
gloria para los ciudadanos de la santa ciudad, distinguiendo así aquellos que
habían estado en la tierra inicial de las naciones de la nueva tierra. El
lavamiento de las ropas no tiene referencia para aquellos en las previas
dispensaciones.
15. Mas los perros estarán fuera, y los
hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama
y hace mentira] Estos no se hallan en la nueva tierra. Estarán “fuera”, y,
de acuerdo a 21:8, habrán sido lanzados en el lago de fuego y azufre. La
expresión “perros” se utiliza de acuerdo con el idioma Oriental acerca de los
impuros, viles y personas injuriosas.
El Tercero de los
Cuatro Miembros
a3. 22: 16-. Jesús Mismo Testificando.
22: 16-. Yo Jesús he enviado mi ángel (1:
1) para daros
testimonio] Es una vez más el propio Señor, y el pronombre es enfático.
b3. 22: -16-. Las Cosas Testificadas.
-16-. De estas cosas en las iglesias] Es para las
Iglesias o asambleas de los cap. 2 y 3 que estas cosas son y serán
especialmente testificadas. Para ellos, tendrá este libro su especial
interpretación. La aplicación es para
todos los siervos de Dios (1:1) ahora también, y para todos los tiempos; pero
la interpretación especialmente es
para las asambleas que estarán en la
tierra durante el cumplimiento de “la profecía de este libro”.
c3. 22: -16. El Adviento.
-16. "Yo soy la Raíz y el Linaje de
David, la estrella resplandeciente de la mañana."] Estos títulos son
esencial y exclusivamente judíos; y proclaman por sí mismos al que viene a
confirmar y cumplir todas las promesas hechas a David. El Señor Jesús es la
“Raíz” que brota de David, y la “Descendencia” que procede de David. (Vea
Isaías 11:1. Juan 8:55 a 59). La pregunta del Señor en Mateo 22:41 a 46 se basa
en este hecho.
Pero tenemos un tercer título—
"La Estrella de la Mañana”, que se usa en el día Eterno. La referencia es a Números 24:17.
d3. 22: 17. Bendición.
17. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que tiene sed (de estas
cosas), venga; y el que quiera (o
desee entrar), tome del agua de la vida
gratuitamente.] Esto define la Bendición, y nos lleva de vuelta al
principio mismo, abarcando el regocijo de todo lo que entonces se perdió. La
solemne sentencia se había pronunciado y ejecutado en Génesis 3: 22-24:
“Ahora, pues, que no alargue su mano, y tome
también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre; y lo sacó Jehová del
huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues,
fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada
encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de
la vida.”
En contraste con la Expulsión del “árbol de la vida” aquí
tenemos, al final del Apocalipsis, “el derecho al árbol de la vida” (vers.14);
y la Invitación al “agua de la vida.”
La simiente de la mujer había sido herida en el calcañar; la cabeza de la
Serpiente ha sido aplastada. Por eso la invitación “Venid” puede ahora ser proclamada.
El hombre, que había sido “alejado”
y “expulsado”, ahora finalmente ve el Paraíso restaurado, y oye la bendita
invitación: “Venid”.
Es interesante notar cómo se
da esta invitación.
El Espíritu primero pronuncia
la palabra de bienvenida, “Venid”.
La Esposa que había sido
revelada desde el cielo la repite.
Aquellos que están sedientos,
y todos los que son invitados a venir y “tomar gratuitamente del agua de la
vida”.
Israel, quien había sido
procurada para ser la Esposa, fue bendecida, y asegurada con el encargo para
“ser una bendición” y para traer completa bendición terrenal. Israel debería haber traído de
vuelta el Paraíso.
Sin embargo Israel fue infiel,
y en vez de ser una Esposa, se tornó en una prostituta (Isaías 1:21). Por eso
se aparta Dios de ellos; y, el Querubín, el símbolo de Su presencia, desaparece
completamente.
Es hermoso ver la posición reconquistada
del Remanente, como la Esposa dando la invitación para “venir” al Paraíso
restaurado.
El primer Paraíso fue puesto a
custodia de Adán y su Esposa. El hombre no fue quien lo perdió. No fue él quien
“transgredió” (1ª Tim. 2:14). Fue la mujer, a través de Satanás quien la
perdió.
Pero ahora, todo está al
contrario, Satanás es lanzado al lago de fuego; y es la Esposa que tiene el
privilegios de decir “!Venid!”
“La mujer siendo engañada” fue la causa de la
sentencia salid; pero ahora, en este
tiempo bendito de mudanza, es ella la que dice “!Venid!”
El Segundo hombre, el ultimo
Adán, ha “restaurado todas las cosas” y “hecho de nuevo todas las cosas”.
Así vemos que Génesis es el
libro del principio; y que
Apocalipsis es el libro del final, el
complemento de Génesis. Génesis caps. 1 y 2 encuentran su correspondiente en Ap.
21 y 22; y los dos últimos capítulos de la Biblia refieren de vuelta a los dos
primeros.
En la Bendición inicial (vers.14),
la bendición consiste en el derecho a comer del “árbol de la vida”. En esta es
la invitación a comer y beber del “agua de la vida”.
La primera temible sentencia
se modifica, y la Nueva Tierra pasa a ser el Paraíso restaurado.
“El Árbol de la Vida”, y “el Agua de la Vida”
son el gran tema o sujeto central de la Nueva Tierra.
El Cuarto grupo (y Último) de
Cuatro Miembros.
a4. 22: 18-. El Señor Mismo Testificando.
18-. Yo testifico a todo aquel que oye las
palabras de la profecía de este libro:] El propio Señor Jesús es quien
cierra todo el testimonio. El pronombre “Yo” es muy
enfático.
b4. 22: -19,
19. Las Cosas Testificadas.
-18. Si alguno añadiere a estas cosas,
Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro (19) Y si alguno quitare de las
palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol* de
la vida, y (fuera de) la santa
ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.] Aquel
que ha dado este libro (1:1) ahora lo acaba con este solemne aviso. Este aviso,
aunque se pueda especialmente referir a este libro, si embargo, por una
verdadera aplicación se extiende por
toda la Escritura. Pero solamente la profecía de este libro viene dentro del
verdadero alcance de este pasaje. La advertencia nos muestra la extrema
importancia que Dios ha puesto sobre este libro. La añadidura de las “plagas”
muestra además el verdadero carácter de los juicios registrados en el libro;
las cuales son tan reales como las referidas en Deut.4:2; 12:32.
* Así
traducen G.L.T.Tr.A. WH. y RV.
Puede haber una todavía una
mayor literal interpretación del Libro que solamente entenderán aquellos a
quienes les haya caído en suerte vivir en esa dispensación del juicio.
c4. 22: 20. El Adviento.
20. El que da testimonio de estas cosas dice: “Ciertamente vengo en breve. Amén.”] Así será ciertamente.
Este es el anuncio final de la
venida o adviento del Señor Jesús. Lo anuncia él mismo. Este es el gran tema o
sujeto de todo el libro. Todo es “profecía”, y esta promesa final es la llave
para su interpretación. A este anuncio, el Apóstol, y todo aquel que oye, y
lee, y guarda las palabras del libro de esta profecía, responde con un santo y
rebosante deseo de corazón.
Si, ven, Señor Jesús] el uso de la palabra “Señor”
caracteriza la locución como proveniente de Juan: pues ninguno de sus
discípulos era tan irreverente como para dirigirse a él llamándole meramente
Jesús. Solo él mismo puede hacerlo, y decir “Yo, Jesús”. El Santo inspirador
Espíritu puede llamarle “Jesús”. Pero es una irreverencia de la más baja clase
que su gente se dirija a él de otra manera que no sea Señor, Maestro, Salvador,
o Cristo. Juan se dirige a él aquí, y también en la Bendición que sigue
después, como siendo “Señor”.
Una de las grandes lecciones y
efecto de este libro será precisamente inspirarnos con una gran reverencia y
amor por aquel que es al mismo tiempo el autor y el sujeto de la Revelación.
!Si!: de hecho y en verdad (dice él)
“Yo vengo”, y nosotros contestamos, Amén: Sí, Ven, Señor Jesús; Que esta parte
prometida se cumpla rápidamente.
d4. 22: 21. La Bendición.
21. La gracia del* Señor
Jesucristo** sea con todos
los Santos. Amen. ***] Esta Bendición no solamente completa la
correspondencia de la Escritura, sino que además concluye apropiadamente el
libro, porque, después de todo, hubo gracia en dar la Ley a Israel, y debe
haber gracia aun en esa dispensación de obras. Pero “la verdadera gracia” viene
a través de Jesucristo. Y ahora, en esta dispensación actual, TODO es de
gracia. Es esto precisamente que le da a la Iglesia su diferente posición y
diferente destino. Ojalá que nosotros, mientras tratamos de dividir
correctamente la palabra de verdad, vayamos conociendo, más y más plenamente,
nuestra propia posición en gracia; y podamos estar así más y más capacitados
para entender los caminos y palabras de Dios con respecto a la dispensación
venidera de juicio, y a la dispensación de gloria que le seguirá después.
* G.L.T.Tr.A.
WH. y RV. omiten "nuestro".
** L.T.A. RV.
(en el texto, y no al márgen), omiten "Cristo." WH. Lo pone en
comillas.
*** Los críticos
Textuales, así como también los MSS más antiguos, están muy divididos en cuanto
a estas cuatro últimas palabras. El peso de la evidencia está en contra de
"vosotros", y en favor de "santos".
APENDICE.
Sobre la Relación de la Astrología con
el Apocalipsis.
El Apocalipsis ha sido marcado
por los enemigos de la verdad revelada como una ficción sagrada; y ya los
primeros Cristianos tuvieron que soportar la carga de los Paganos los cuales
hallaron una similitud entre él y la adoración del SOL, como dice Tertuliano,
ellos (los Cristianos) eran considerados como una secta más de adoradores del
sol, y que la construcción de este libro, y los símbolos empleados, no serían
más que ideas sacadas de los Misterios Paganos.
Las condiciones bajo las
cuales el apóstol recibió estas revelaciones como para sí mismo, y la manera de
presentación —por palabra y escénicamente retratadas— se ha dicho que fue
siguiendo el mismo orden y con la misma fórmula que la utilizada por el hierophonte o maestro pagano en su trato
con el aspirante, a medida que el pupilo
se adentraba a través del ordenamiento o iniciación en los misterios.
Pero todo esto, en vez de
acarrearnos un problema, es realmente una ayuda para que entendamos este libro,
cuando tomamos en cuenta las condiciones del periodo en el cual fue escrito, y
el propósito que Dios tenía en vista, haciendo que sea este el libro que cierra
o acaba la Inspiración; pues no solamente se refleja sobre la idolatría que
entonces prevalecía, sino que mira más allá en el tiempo, hacia la gran
apostasía de los últimos días venideros, cuando aquella idolatría a través de
la energía Satánica prevalezca de nuevo y llegue a ser la religión establecida
de la humanidad.
En este libro hay como una Divina ironía. Elías utilizó
esa ironía muy efectivamente confrontando a los sacerdotes de Baal. De la misma
manera, aquí, los sacerdotes de Baal aparecen una vez más; y son confrontados
con sus propias armas.
Cuando Jehová estaba a punto
de salir en respaldo de Su pueblo, y liberarlos de la tiranía del Faraón, le
dijo hablando a Moisés, que no solamente el hombre y la bestia sufrirían, sino
que “en todos los dioses de Egipto ejecutaré también mis juicios. YO JEHOVÁ”
(Éxodo 12:12). Sería así manifiesto que cada una de las plagas enviadas
señalaba alguna característica cualidad o atributo supuestamente perteneciente
a sus dioses, o para probar su impotencia en lo que profesaban controlar.
Esto se hace para reflejar el
carácter que había en los días en los
cuales Juan tuvo que profetizar. Así
estaban las cosas. Cuando la religión establecida asiente y aparezca entonces
en los tiempos venideros de una forma más blasfema y desafiante, no será
solamente la adoración de los demonios — dioses — y héroes pasados; sino
también la adoración de un HOMBRE vivo que declarará ser DIOS; blasfemando al mismo tiempo del Dios del
Cielo. Entonces es cuando vemos las mismas armas de su falsa filosofía
volviéndose contra el enemigo para su eterna condena.
Dios le dio de gracia a Moisés
la evidencia del poder que estaba a punto de delegarles, tanto a él como a
Aarón, en la primera de las señales antes de presentarse delante del Faraón,
cuando la vara lanzada en tierra se convirtió en una serpiente.
Esta es una bien conocida
actuación de todos los magos en los días actuales. Cuando ambos se presentaron
ante el Faraón y los magos, cada una de las varas de los magos hizo lo mismo,
pero la vara de Aarón se tragó todas sus varas. Para el Rey no fue más que una
representación más hecha por magos. Este es un ejemplo de que las mismas armas
de los magos se vuelven contra ellos. En el caso de la sexta plaga se hace
igualmente evidente, pues de acuerdo a la citación de Gleig en La Filosofía del
Plan de Salvación, “había varios altares donde se ofrecían ocasionalmente
sacrificios humanos cuando deseaban ser propicios a Tiphón (la Serpiente), el
Príncipe del Mal”. Las víctimas eran quemadas, sus cenizas reunidas, y los
sacerdotes las esparcían por el aire para que el mal fuese subvertido de todos
los lugares donde fuesen esparcidas. Moisés hizo lo mismo; pero la aflicción
alcanzó tanto al Faraón como a su pueblo.
A seguir tenemos una densa
niebla contra los adoradores de Isis y Osiris —el Sol y la Luna— los cuales
supuestamente tenían el control sobre los elementos. Jehová hizo aparecer una
niebla espesa contra la tal perversa pretensión, y durante tres días seguidos el
lugar se revistió de una “niebla oscura que se podía palpar”, y de esta manera
afirmó Dios Su supremacía.
La más grande de las tinieblas
se reservó para el final. La adoración del Dios Sol era la adoración
prevaleciente de Egipto, y el sacrificio humano era mantenido en sus rituales.
“El sacrificio del primogénito en honor del Dios Sol (Osiris)
era de los ritos más notorios entre los adoradores Semíticos antiguos. El
primer mes del año, y el primer signo del Zodiaco referido a este sacrificio,
era denominado el “Sacrificio de Bel.”.
Es en Acad, y no en Fenicia que debemos procurar el origen de los sacrificios
humanos en el Oeste Asiático. Esta información se verifica por dos textos
cuneiformes que hacen mención del sacrificio humano. En ellos tenemos la clara
indicación del sacrificio de los hijos, como después tuvieron lugar también en
Cartago, en Fenicia, y en Palestina así como en las Islas Británicas.”
Esta, fue la última tiniebla y
más espantosa para sus idolatrías. Esta plaga final derribó todo su sistema
religioso de un golpe, convenciendo tanto al Faraón como a los egipcios de que tenían que tratar con un Dios que
estaba muy por encima de todos los dioses, y que había declarado su nombre, “YO
SOY JEHOVA”.
Esta revisión en los comienzos
de la historia de Israel nos prepara para que miremos las mismas analogías en
su futura liberación registrada en el Libro de Revelación o Apocalipsis, siendo
que las circunstancias se revisten en gran medida de manera paralela y similar;
la idolatría, como hemos dicho, será restaurada y establecida como la “religión
de la humanidad”. Esto nos muestra a qué se debe la existencia de una gran
similitud entre las plagas de la primera y los juicios de la postrera.
Ante nosotros tenemos un libro
de 800 páginas en el cual, la labor del escritor se centra en probar que, en esta Revelación (Apocalipsis),
no tenemos otra cosa sino una imitación de los misterios de las revelaciones de
Ceres. Pero a medida que el paganismo sea de nuevo revivido, y los dioses
demoniacos adorados, y uno más grande que el Faraón dispute el título de Dios para
liberar a Su pueblo, aparecerá y se adoptará el mismo proceder que cuando Dios
primeramente los sacó de Egipto, y tiniebla tras tiniebla, irá creciendo en
intensidad, y las mismas comunes ceremonias se observarán para la iniciación.
Si, será con más grandes
tinieblas y con juicios de mayor intensidad que Jehová reafirmará Su gloria y
Su poder. Vea Éxodo
34:10.
Extracto de El origen de la Idolatría Pagana, por el
Rev. George Stanley Faber, B.D., libro 6. Pgs.642 y 643:
“Toda la maquinaria del
Apocalipsis, desde el principio hasta el final, me parece a mi muy claro que ha
sido copiada de la maquinaria de los Misterios antiguos: y esto, si
consideramos la naturaleza del tema o sujeto, fue hecho con la más estricta
atención a los decorados poéticos.
“El propio S. Juan se hace pasar por un aspirante en su iniciación: y,
concordantemente, las imágenes presentadas en su mente se asemejan mucho a los
escenarios de los Misterios, tanto en
naturaleza como en el orden de
sucesión.
“El profeta vislumbra primeramente una puerta abierta en el magnífico
templo del cielo: al cual es invitado a entrar por una voz celestial, que
interpreta el hierophonte (maestro
pagano). Allí es testigo de la apertura de los sellos de un libro sagrado: y en su apertura, se ve
impresionado por un conjunto de siniestras
apariciones que van surgiendo en terribles sucesiones delante de sus
ojos.
“Entre estas apariciones son preeminentemente
notables una gran serpiente, el bien
conocido símbolo del gran padre; y dos portentosas bestias salvajes, que surgen varias veces provenientes del mar y de
la tierra.
“Estas horrible figuras corresponden con los
fantasmas caninos de las Orgías que aparecen salidas del subsuelo, y con las
polimórficas imágenes del héroe dios principal, el cual fue universalmente
imaginado como salido del mar.
“Después de pasar por estos
terrible monstruos a salvo, el profeta, atendido constantemente por su ángel hierophonte que hace el papel de
un intérprete, es conducido a la presencia de una mujer, cuya descripción recuerda de cerca la gran madre de la
teología pagana.
“Al igual que Isis, emergiendo
del mar y exhibiéndose a los ojos del aspirante Apoleo, esta divinidad femenina,
nacida de entre la bestia salvaje marina, aparece flotando sobre la superficie
de muchas aguas. De ella se dice ser una
abierta y sistemática ramera; igual que la madre fue declarada la hembra
principal de la fecundidad; y es además propiciada por la fornicación literal
reducida a un sistema religioso: y, del mismo modo que al iniciado se le hace
beber un licor preparado en una copa sagrada; así esta ramera es representada
como embriagando a los reyes de la tierra con la copa de oro de su prostitución.
“Sobre su frente tiene inscrita la palabra
misma MISTERIO: y este título nos dice que, en materia de carácter, ella es la gran madre universal de toda la
idolatría.
“La naturaleza de este Misterio es lo que el oficial hierophonte se encarga de
explicar: y una importante profecía es más curiosa y astutamente velada bajo el
mismo lenguaje e imagen de las Orgías. Al gran padre nacido del mar se le
adscribe un estado dividido en tres: vivió, murió, y revivió: y estas mudanzas
de condición fueron debidamente exhibidas en los Misterios.
“A la bestia salvaje nacida
del mar también se le adscriben similarmente tres estados: vive, muere y
revive. Y mientras está muerta, se halla flotando en el gran océano, justo
igual que Horus o Osisris, o Siva o Vishnou: cuando revive, una vez más igual
que aquellas divinidades, emerge de las aguas: y, tanto muerta como en vida, él
detiene consigo siete cabezas y siete cuernos, correspondiendo en número con
los siete preservadas arcas Rishis y los diez patriarcas aborígenes.
“Y esto no es todo: sino que, como los
adoradores del gran padre cargan consigo su marca especial o estigma, y se
distinguen por su nombre; así también los adoradores de la bestia marítima
portan su marca, y son igualmente decorados por su denominación.
“Finalmente, sin embargo, se cierra el primero o parte dolorosa de estos sagrados Misterios, y el último o parte gozosa se
aproxima rápidamente. Después de que el profeta haya contemplado a los enemigos
de Dios lanzados en un terrible lago o inundación de fuego líquido, que
corresponde con el lago infernal o diluvio de las Orgías, es introducido en una espléndida región iluminada, expresamente
adornada con las características de aquel Paraíso
que es la meta de los ancianos aspirantes: mientras tanto, afuera de la puerta santa de admisión, está toda la multitud de los
profanos, los perros y los hechiceros y
los fornicarios y asesinos e idólatras y todos los que aman y practican la
mentira.
“Podríamos alargarnos más en las comparaciones;
pero estas aquí expuestas deben ser suficientes.”
El autor también señala que:
“En la celebración de los misterios, las cosas
eran escenificadas, y por tanto exhibidas literalmente” (Faber pag.149, vol.3)
Hay un gran hecho claramente
establecido — pues no habían pasado muchos años desde que el Apocalipsis
hubiese sido escrito, para que ya en los primeros siglos, este libro fuese entonces desacreditado por
los Padres.
Jerónimo dice que las iglesias
griegas lo rechazaron y pusieron de parte. Cuando apareció no fue solamente
atacado por los cristianos orientales, sino que, de acuerdo con ellos,
victoriosamente refutado: y visto por ellos como siendo, en el mejor de los
casos, el más oscuro poema sobre el SOL naciente. (Epist. 193, ad. Dard. Citado de La
Humanidad: Su Origen y Destino.pag.511).
Esto ha sido retirado de una
obra cuyo propósito y pretensión como hemos dicho es probar que el Apocalipsis no es una Revelación Divina. Han sido
muchos los que han llegado a esta misma conclusión junto con este autor; y opinan
que no solamente este libro, sino que toda la Biblia se ha escrito y
construido rebuscando en los misterios
del Paganismo. Incluso el excelente y reverente escritor (Mr. Faber) afirma que
el Apóstol Juan utiliza las ideas y la fraseología de los misterios, cuya base son la Serpiente y el Sol
adorados con las huestes del cielo.
“Óculo, que fue un discípulo de Pitágoras,
dice lo siguiente: El universo considerado en su totalidad, no nos descubre
nada que nos revele un comienzo, o que nos presagie la destrucción; nadie ha
visto cómo ha sido creado, o mejorado, o deteriorado, o decrecido; es siempre
el mismo, existiendo y yendo en el mismo camino, siempre igual, o similar a sí
mismo!” (Cap.1.
parágrafo 6, Origen y Destino, pag.394).
Hay evidencias posteriores que
aparecen después para mostrar que hay un designio en la configuración de las
Constelaciones. Estas evidencias se hallan en las tablas Babilónicas conocidas
como la Leyenda de la Creación. En
ellas se afirma que “algún personaje divino preparo las moradas…Él fue quien fijó
las estrellas. Incluso el Lumasi” (cuya palabra el Profesor Saice traduce como
significando “El Pastor del Héroe”, siendo que el Héroe es el Sol). La conclusión a la que llega es que el divino
autor fijó las constelaciones para cada uno de los doce meses. (Vea Las Constelaciones Primitivas. De Rover Brown Junior. Vol.2. pag.1.
1900).
También tenemos un registro
interesante ofrecido en un periódico acerca de un escenario hallado recientemente
en el Éufrates. Se denomina “una reunión para orar de adoradores de la Estrella”.
El escritor dice que “todavía subsisten cerca de cuatro mil de estos adoradores
en su tierra nativa, principalmente en las márgenes del Éufrates. Se denominan
a sí mismos Mandaites, o poseedores de la “Palabra”, la PALABRA VIVA”.
Yerguen o levantan su “MISHKNA” o tabernáculo. “Alrededor de la media noche los
adoradores de la Estrella, tanto hombres como mujeres, vienen descendiendo
lentamente hasta el Mishkna a través de las márgenes del río… se da una señal,
y una procesión de sacerdotes se adentra en el Mishkna. Un “diácono” sostiene
erguido la gran cruz de madera…El libro sagrado SIDRA RABBA es depositado sobre
el altar, abierto donde la liturgia de la vida se divide del ritual de los
muertos. El sumo sacerdote toma en sus manos una paloma en vida, “extiende sus
manos hacia la estrella polar, sobre la cual fija él sus ojos, y deja en
libertad al ave volando, diciendo al mismo tiempo en voz alta, “en el nombre
del viviente, bendita sea la luz primitiva, la luz antigua, la Divinidad creada
a Sí Misma” (Ibid., pags.177-8).
“…Aquí, como tan frecuentemente sucede, el
ritual terrenal se basa en, y es un “modelo” de “las cosas en el cielo” (Ibid.,
pag.185).
“Las estrellas cercanas a Centauro permiten la introducción de una figura posterior, la
Bestia salvaje, la cual, originalmente formaba parte de las constelaciones,
mostrando el triunfo del dios Sol sobre la Bestia de las tinieblas, y sobre su
propio León solar” (pag.241).
“…Tales por tanto fueron los principios que se
obtuvieron en la formación de las primitivas constelaciones: Las religiosas y
mitológicas ideas, desde hace tanto
tiempo existentes y veneradas, fueron estampadas sobre el
cielo como formas sagradas y celestiales.”
“…El sistema así formulado en el valle del
Éufrates fue aceptado y adoptado en el Occidente Asiático. Las constelaciones
de los Israelitas y de los Fenicios fueron las mismas de los Babilonios y
Asirios, e incluso Bel reaparece como Baal, e Istar como Astoret” (Ibid., pags.
240-2).
“Los cielos del sur son una
duplicación de los del norte, y considerados como la región acuosa. En esta
región se halla Cetus, que trata de
devorar al hijo de la mujer” (R. Brown, Junr., La Ley del Orden Cósmico, La Astrología en el Apocalipsis, pag.81).
“Cetus lanza o vomita un río, así está grabado
en el planisferio. Corre descendiendo por el interior del horizonte hasta el
submundo. Este Cetus es la bestia salida del mar.”
“La Bestia sobre quien asienta
la mujer es Babilonia.”
En el planisferio ella se sienta
sobre la Hidra, el dragón de las siete o muchas cabezas, que procede del Crater
o Caos. Todas las aves
se sacian con su carne. Este es el cuervo devorando a la Hidra” (pag.91).
“Las Tribus fueron
consideradas paralelas a los signos Zodiacales” (pag.113).
“El Apocalipsis es un sueño
magnífico del triunfo final de Cristo sobre el Anticristo, una visión gloriosa
del cosmos moral del mundo de Dios, puesto en conflicto con la Anarquía, y
prácticamente es un aviso y una consolación para el pueblo de Dios en medio del
periodo de su persecución” (pag.92).
El Sr. Maunder refiere una
gran astronómica revolución que tiene lugar a seguir al primer nombramiento de
los signos. “Cinco mil años atrás, el Zodiaco fue planeado, con el Toro de Tauro
como su inicial. Aries entonces era el último y el de menor importancia de los
doce. La vez siguiente que tenemos el aparecimiento del estado de la Astronomía
es de cerca de 2000 años después. El Carnero de Aries es ahora el príncipe del
Zodiaco, Tauro ha sido relegado a un segundo plano, y en sí mismo todo el
Zodiaco ha sufrido un importante cambio…Cómo esta revolución haya sucedido,
hasta el presente no tenemos manera de saber; pero ha interpuesto hasta ahora
una importante barrera para nuestro aprendizaje tanto de la literatura clásica, como de los mitos y monumentos, de nada de todo
esto se puede decir que “haya algo digno de crédito” en cuanto al verdadero
origen de las constelaciones, por la razón de que las fuentes que hemos consultado
son, en consecuencia de tal revolución, tan ignorantes en la materia como lo
somos nosotros…” (Siglo XIX, Sep., 1900, No. 238, pág.
459. Artículo, “El Más Antiguo Libro Ilustrado de Todos”).
Todo esto es una evidencia que
nos muestra la existencia de algo más que meras coincidencias a la vista en este maravilloso Libro.
Para el lector ignorante no
son más que cosas sin sentido alguno. Pero cuando consideramos el gran alcance
del Apocalipsis, somos capaces de entender el por qué regresa y mira atrás al
principio, y se extiende de ahí para adelante hasta el fin; escribiendo
disparatadamente sobre la perversión del hombre de la verdad primitiva, que
castiga con juicios a quienes intenten revivirla; y mostrando que el Dios del
cielo está muy por encima de los dioses de los paganos. Estos dioses serán
incapaces de proteger a sus adoradores cuando el Dios viviente se levante para
herir terriblemente la tierra.
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