Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

"EL APOCALIPSIS O EL DÍA DEL SEÑOR" Por E. W. Bullinger – LA CONCLUSION DE TODO EL LIBRO Y APÉNDICE. Publicación No. 22


Amados de Dios:

Queremos engrandecer, glorificar y alabar a nuestro tan amado Padre Celestial, que en Su infinita bondad y gracia nos ha bendecido indescriptiblemente al permitir sumergirnos en el maravilloso libro “Apocalipsis o El Día del Señor” de Su tan digno ministro E.W. Bullinger, del cual hoy les hacemos la última entrega. Nuestro Dios ha sido muy generoso sobreabundado en nosotros luz en Sus preciosas y grandísimas promesas sobre nuestra bendita esperanza, y para Él es nuestro profundo agradecimiento, reconocimiento, honra, veneración y adoración.

Pensábamos que nuestra esperanza consistía básicamente en el Arrebatamiento o Rapto, pero Él nos ha regalado en gozo de ver más allá, de “asomarnos” a las visiones que vio el apóstol Juan en el Cielo y a las visiones de los acontecimientos futuros de esta muy precisa, exacta, asombrosa, terrible y a la vez, muy hermosa profecía descrita en las Sagradas Escrituras que será absoluta, cabal y ciertamente cumplida. Nuestro Dios es un Dios de amor y de justicia, un Dios de integridad y rectitud.

Deseamos expresar que nuestro apasionado amor, reconocimiento y profunda admiración por nuestro Abba Padre y nuestro Señor Jesucristo, han crecido como la espuma al contemplar la gran majestuosidad, poder y grandeza de nuestro DIOS y la gloria con la que ha vestido e investido a nuestro muy amado Salvador.

¡Nuestro Rapto o Arrebatamiento es inminente! ¡En un abrir y cerrar de ojos, se tocará la final trompeta de la Era de Gracia, y seremos transformados, libres para siempre de nuestro cuerpo de muerte! Satanás entonces, desencadenará todos sus malévolos y astutos planes con la Bestia y el Anticristo para dominar y gobernar al mundo hundiéndolo paulatinamente a lo largo de más o menos 40 años, en la más terrible podredumbre y corrupción social y religiosa, persiguiendo sin piedad al Pueblo escogido de Dios. La administración de Apocalipsis se cumplirá al pie de la letra en cada una de sus asombrosas y terribles profecías. Los últimos siete años de la siguiente administración la tierra vivirá la Gran Tribulación, es entonces cuando serán desencadenados los espíritus diabólicos encarcelados que causaron el diluvio en los días Noé, y se describe con gran precisión en las Sagradas escrituras el horror de estos días. El Día del hombre (es decir, el Día en que el hombre decide y dispone junto con el dios de este siglo) llegará a su fin. ¡Hemos visto con gran júbilo en los escenarios descritos en el Apocalipsis descender en su segunda venida (y a nosotros los miembros del Cuerpo con él) a nuestro muy amado Señor y Salvador Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores viniendo a reinar sobre esta tierra! Se llevará a cabo el encadenamiento de Satán y se establecerá el Reinado del Milenio. Acontecerá la Resurrección de los justos y la Resurrección de los injustos. Al final de estos mil años del Reinado de Cristo, las Naciones se amotinarán contra Dios y contra Su Cristo. Se revelarán aun viviendo en medio de un ambiente hermoso y prospero en un Reino de genuino amor y justicia, y al ellos intentar conspirar y organizarse para pelear y arrebatar el Reino, serán consumidos con fuego del Cielo. Vendrán los grandes juicios de Dios. Después de la gran batalla o Armagedón, Satanás y todas sus huestes serán arrojados al lago de fuego donde será el lloro y crujir de dientes. El postrer enemigo que será destruido es la muerte. ¡Se restaurará de nuevo el Paraíso! Jesucristo entregará todo en manos de nuestro Dios y Padre ¡Veremos descender del Cielo la Nueva Jerusalén hermosamente ataviada como una novia para su marido! La descripción de este lugar que será nuestro hogar eterno, aquella ciudad que esperaba Abraham y los profetas cuyo Arquitecto y constructor es Dios, es simplemente extraordinaria.

¡Algo que nos ha apasionado del libro de Apocalipsis, son las adoraciones ahí descritas que ocurren en el Cielo por los ángeles de Dios y los Seres celestiales que son gloriosas!

¡La descripción de todos los acontecimientos que ocurrirán en los tiempos descritos en el libro de Apocalipsis, son asombrosas y muy precisas! Son tantos y tan numerosos los detalles descritos en este libro, que nos han dejado boquiabiertos admirando la gloria de nuestro Dios y Padre y la grandeza ante Sus planes y propósitos. ¡Hemos caído de rodillas para adórale y darle gloria y honor con todo nuestro ser!

¡Bendito sea nuestro Todopoderoso Dios y Padre, y nuestro glorioso Señor y Salvador viviente que regresa, Jesucristo!

Es nuestra oración que este libro sea para GLORIA Y ALABANZA de nuestro Dios, y que traiga luz al entendimiento de cada hijo Suyo que lo lea anhelante por conocer toda La Verdad. Y que, una vez ocurrido el Rapto, Él bendiga a Su amado Pueblo Israel y a la gente de las Naciones que le busque y se hayan quedado aquí, y que si a Él le place, les haga llegar este libro y les sea un instrumento útil para luz y consuelo a sus vidas. Lo pedimos a nuestro Dios (de Quien somos y a Quien servimos), en el nombre glorioso de nuestro Señor Jesucristo, Amen.

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 2 Corintios 2:9

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6

Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1ª Timoteo 1:17

Con gran amor en Cristo,

Claudia Juárez Garbalena y Juan Luis Molina.



"EL APOCALIPSIS O EL DÍA DEL SEÑOR"
Por E. W. Bullinger –
LA CONCLUSION DE TODO EL LIBRO
Y APÉNDICE.
 Publicación No. 22

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, 
y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. 
Apocalipsis 1:3

Por
E.W. Bullinger, D.D.
Segunda edición
(Revisada y corregida)
1909
Traducción al español por Juan Luis Molina
Con la colaboración de
Claudia Juárez Garbalena

La Conclusión A. 22: 6-21. 
La Conclusión de Todo el Libro.
Esta Conclusión está remodelada precisamente en las mismas líneas, en cuanto a la estructura, que la Introducción. Es breve e impresionante. Su alcance parece anticipar las dificultades del lector, asegurándole una y otra vez la solemnidad y verdad de las palabras de este libro.  
Sus verdades absolutas y certezas están impresas ante nosotros. Tres veces se nos repite en este Libro que estos dichos son “fieles y verdaderos”: 20:9; 21:5; 22:6. En la Introducción y en la Conclusión se nos afirma (tres veces) que estas palabras provienen de Dios (y no, por tanto, de Juan, aunque nos lleguen a través de Juan): en 1:1 y 22:6, 16. En ambas se pronuncian también una bendición sobre los lectores y guardadores de este libro: 1:3 y 22:7.
Esto es lo que este Libro reclama ser. Si este clamor no fuese cierto, entonces el libro no sería más que una invención; y no sería digno de nuestra atención o consideración.
El único gran propósito de esta Conclusión parece ser recalcar e imprimir este clamor en nosotros de la manera más fuerte posible.
Tenemos cuatro veces a la persona testificando; y cuatro veces las cosas que testifica. Cuatro veces tenemos la proximidad del Adviento proclamado; y cuatro veces la bendición anunciada.
La Estructura es la siguiente, y cuando la comparamos con la Introducción, rápidamente nos damos cuenta que está construida sobre el mismo modelo:
A., 22: 6-21.  Conclusión.
A |    A1 |    a1 | 6-.  El Ángel testificando.
                            b1 | -6. Las cosas que testifica. "Que deben pronto suceder." (Compare 1: -1)
                                    B1 |    c1 | 7-.  Adviento.  "He aquí, vengo pronto".
                                                        d1 | -7.Bendición.  "Bienaventurado aquel..." (Vea 1: 3-).
        A2 |    a2 | 8, 9.  El Ángel testificando.
                            b2 | 10, 11.  Las cosas que testifica.  "Las profecías de este libro" (1: 3, "el tiempo está cerca").
                                    B2 |    c2 | 12, 13.  Adviento.  "He aquí yo vengo pronto..."
                                                        d2 | 14, 15.  Bendición.  "Derecho al árbol de la vida".
       A3 |    a3 | 16.  El Ángel testificando. "Yo Jesús he enviado mi ángel" (1: -1- ).
                            b3 | -16-.  Las cosas que testifica.  Jesús la esperanza de Israel (1: 4).
                                    B3 |    c3 | -16.  Adviento.  La persona que viene descrita como "la Estrella de la Mañana."
                                                        d3 | 17. Bendición. "Venga" y tome "del agua de la vida”
      A4 |    a4 | 18-.  El propio Jesús testificando.  "Yo testifico" (1: 17, 18).
                            b4 | -18, 19.  Las cosas testificadas.  "Si alguno..."
                                    B4 |    c4 | 20.  Adviento.  "Ciertamente vengo e breve" (1: 7- ).  Clamor de promesa y respuesta.
                                                        d4 | 21. Bendición. "La gracia de nuestro Señor" (1: 4, 5)

El Primero de los Cuatro Miembros
a1. 22: 6-. El Ángel Testificando.
22: 6-. Y me dijo,] Este es el ángel de 1:1, reafirmándole a Juan la verdad para la cual fue “enviado” a mostrarle y decirle.  
b1. 22: -6. Las Cosas que Testifica 
-6. "Estas palabras son fieles y verdaderas, y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.] La lectura “espíritus de los profetas” debe tomarse como la Figura Metonimia, por la cual la palabra “espíritus” se pone por los dones del Espíritu, tal como en 1ª Corintios 14:12, 32. Etc. Y la Figura se emplea para enfatizar el hecho de que las revelaciones hechas por los profetas fueron dadas por el Espíritu Santo de Dios; y no fueron ellos que las inventaron. Aquí tenemos que observar además que todavía son los “siervos” de Dios a quienes especialmente se dirige en lo concerniente a la interpretación de este libro.    
c1. 22: 7-. El Adviento.
7-. Y* he aquí, vengo pronto:] Las palabras del Ángel pasan a ser las palabras de Cristo, las cuales fue enviado a informar. Igual que en el versículo 12, y 11:3. Esto corresponde con el cap. 1:7, igual que 22:16.
* G.L.T.Tr.A. WH. y RV. añaden "y".

d1. 22: -7. La Bendición.
-7. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.] Una vez más se repite la bendición de 1:3, mostrando la importancia del estudio de este libro. Y eso significa “este libro”; no solamente ciertas partes suyas, sino el libro en su totalidad. El Señor no dice aquel que lo entienda, sino que “guarde lo que dice” en su corazón, porque el tiempo está próximo; es decir, el próximo tiempo en orden al presente.
No interviene ninguna otra dispensación, y los dichos de este libro tienen que guardarse para el tiempo que se aproxima.
El Segundo de los Cuatro Miembros.
a2. 22: 8, 9. El Ángel Testificando.
8. Y yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas.* Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. (9) Pero el me dijo: Mira, no lo hagas: ** yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios."] Otra vez estuvo Juan a punto de cometer el mismo error. La doble corrección nos muestra cuan firme es el decreto de que solamente Dios es quien recibe adoración; y que no debe dirigirse a ningún otro ser creado. Observe, además, que el Ángel es un “consiervo” con Juan (porque todo sirve a Dios). Consiervo no se limita a la carne; es de acuerdo a la naturaleza.”Consiervo” implica un servicio común de acuerdo al estatuto y posición.    
* Este es el orden de las palabras de acuerdo a G.L.Tr.A. WH. y RV.
** G.L.T.Tr.A. WH. y RV. omiten (...) (gar) porque.
b2. 22: 10, 11. Las Cosas Testificadas.
10. Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca."] Este mandamiento se halla en contraste con cap. 10:4, donde se encuentra una profecía especial en medio de las profecías generales que tenía que ser sellada. También está en contraste con Daniel 12:4, 8, 9, donde Daniel tuvo que sellar la Visión, porque había otra Dispensación que debía intervenir antes que la Visión pudiera cumplirse. Esa Dispensación era concerniente al misterio de Cristo y la Iglesia. Aquel misterio debería completarse antes de iniciarse el Apocalipsis, y es por eso que aquí a Juan se da el mandamiento “No selles”.       
Cuando el Ángel le mandó a Daniel que sellase la Visión, a seguir añadió, “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá” (Daniel 12:10).
Cuando el Ángel, aquí, le manda a Juan que no selle la profecía, a seguir añade también palabras similares:
11. El que es injusto, sea injusto todavía (participio presente de condición), y el que es inmundo (moralmente corrupto), sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.] Estas solemnes y misteriosas palabras no tienen referencia al estado pos Milenial o Eterno. Son dadas como una declaración presente, y como una razón para el mandato “No selles”, que inmediatamente les antecede.      
 (1) “No selles las palabras”. Proclámalas; hazlas conocidas; aun cuando la maldad del hombre continúe en su malicia, y el justo en su justicia. Si, aunque nadie las retenga, y el sabio las desprecie, “no las selles”. La exhortación es aquellos que pertenezcan al periodo que ahora se denomina “el tiempo que está cercano”, cuando haya llegado a ser tiempo presente. Así, pues, pertenecen al tiempo de la Apostasía.  
 (2) “El tiempo es de oscuridad”. Sigan los hombres sus caminos; el tiempo es corto. Como dijo, en el espíritu de Mateo 26:45, “Dormid ya, y descansad. La hora se acerca”. Compare Ezeq.3:27.
 (3) Un tercer motivo viene a continuación. Siga el malo con su maldad, y el justo en su justicia. Mi adviento esta cercano, y conmigo traigo mi juicio y mi recompensa.
c2. 22: 12, 13. El Adviento.
12. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (13) Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.] Esta es una gran razón de por qué los justos tienen que perseverar y mantenerse en su camino. Sus recompensas están aseguradas, porque el Adviento es cierto. El que habla es el Señor Jesús; sus atributos señalan que son palabras pertenecientes a Dios. (Vea Isaías 41:4; 43:10; 44:6; 48:12). Aun cuando sea el Ángel quien habla, lo hace en su nombre y enviado por él. Hay otros lugares en este libro donde se introducen nuevos oradores sin ser nombrados.     
d2. 22: 14, 15. La  Bendición.
14. Bienaventurados los que ponen en práctica Sus mandamientos (o lavan sus ropas), para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.] Debemos notar que el pasaje de lavar sus ropas (7:14), se halla en el modo pasado, porque el acto se relata como si hubiese sido realizado en el pasado por aquellos que salieron de la gran tribulación. Sin embargo aquí, se haya en el modo presente, porque las palabras del Ángel contemplan, no aquellos que están presentes en esta dispensación de gracia, o en la próxima del juicio; sino en la todavía futura dispensación de gloria para los ciudadanos de la santa ciudad, distinguiendo así aquellos que habían estado en la tierra inicial de las naciones de la nueva tierra. El lavamiento de las ropas no tiene referencia para aquellos en las previas dispensaciones.      
15. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira] Estos no se hallan en la nueva tierra. Estarán “fuera”, y, de acuerdo a 21:8, habrán sido lanzados en el lago de fuego y azufre. La expresión “perros” se utiliza de acuerdo con el idioma Oriental acerca de los impuros, viles y personas injuriosas.
El Tercero de los Cuatro Miembros                             
a3. 22: 16-. Jesús Mismo Testificando.
22: 16-. Yo Jesús he enviado mi ángel (1: 1) para daros testimonio] Es una vez más el propio Señor, y el pronombre es enfático.
b3. 22: -16-. Las Cosas Testificadas.
-16-. De estas cosas en las iglesias] Es para las Iglesias o asambleas de los cap. 2 y 3 que estas cosas son y serán especialmente testificadas. Para ellos, tendrá este libro su especial interpretación. La aplicación es para todos los siervos de Dios (1:1) ahora también, y para todos los tiempos; pero la interpretación especialmente es para las asambleas que estarán en la tierra durante el cumplimiento de “la profecía de este libro”.   
c3. 22: -16. El Adviento.
-16. "Yo soy la Raíz y el Linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana."] Estos títulos son esencial y exclusivamente judíos; y proclaman por sí mismos al que viene a confirmar y cumplir todas las promesas hechas a David. El Señor Jesús es la “Raíz” que brota de David, y la “Descendencia” que procede de David. (Vea Isaías 11:1. Juan 8:55 a 59). La pregunta del Señor en Mateo 22:41 a 46 se basa en este hecho. 
Pero tenemos un tercer título— "La Estrella de la Mañana”, que se usa en el día Eterno. La referencia es a Números 24:17.
d3. 22: 17. Bendición.
17. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que tiene sed (de estas cosas), venga; y el que quiera (o desee entrar), tome del agua de la vida gratuitamente.] Esto define la Bendición, y nos lleva de vuelta al principio mismo, abarcando el regocijo de todo lo que entonces se perdió. La solemne sentencia se había pronunciado y ejecutado en Génesis 3: 22-24:
 “Ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre; y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
En contraste con la Expulsión del “árbol de la vida” aquí tenemos, al final del Apocalipsis, “el derecho al árbol de la vida” (vers.14); y la Invitación al “agua de la vida.” La simiente de la mujer había sido herida en el calcañar; la cabeza de la Serpiente ha sido aplastada. Por eso la invitación “Venid” puede ahora ser proclamada.

El hombre, que había sido “alejado” y “expulsado”, ahora finalmente ve el Paraíso restaurado, y oye la bendita invitación: “Venid”.
Es interesante notar cómo se da esta invitación.
El Espíritu primero pronuncia la palabra de bienvenida, “Venid”.
La Esposa que había sido revelada desde el cielo la repite.
Aquellos que están sedientos, y todos los que son invitados a venir y “tomar gratuitamente del agua de la vida”.
Israel, quien había sido procurada para ser la Esposa, fue bendecida, y asegurada con el encargo para “ser una bendición” y para traer completa bendición terrenal. Israel debería haber traído de vuelta el Paraíso.
Sin embargo Israel fue infiel, y en vez de ser una Esposa, se tornó en una prostituta (Isaías 1:21). Por eso se aparta Dios de ellos; y, el Querubín, el símbolo de Su presencia, desaparece completamente.
Es hermoso ver la posición reconquistada del Remanente, como la Esposa dando la invitación para “venir” al Paraíso restaurado.
El primer Paraíso fue puesto a custodia de Adán y su Esposa. El hombre no fue quien lo perdió. No fue él quien “transgredió” (1ª Tim. 2:14). Fue la mujer, a través de Satanás quien la perdió.
Pero ahora, todo está al contrario, Satanás es lanzado al lago de fuego; y es la Esposa que tiene el privilegios de decir “!Venid!”
 “La mujer siendo engañada” fue la causa de la sentencia salid; pero ahora, en este tiempo bendito de mudanza, es ella la que dice “!Venid!”
El Segundo hombre, el ultimo Adán, ha “restaurado todas las cosas” y “hecho de nuevo todas las cosas”.
Así vemos que Génesis es el libro del principio; y que Apocalipsis es el libro del final, el complemento de Génesis. Génesis caps. 1 y 2 encuentran su correspondiente en Ap. 21 y 22; y los dos últimos capítulos de la Biblia refieren de vuelta a los dos primeros.
En la Bendición inicial (vers.14), la bendición consiste en el derecho a comer del “árbol de la vida”. En esta es la invitación a comer y beber del “agua de la vida”.
La primera temible sentencia se modifica, y la Nueva Tierra pasa a ser el Paraíso restaurado.
 “El Árbol de la Vida”, y “el Agua de la Vida” son el gran tema o sujeto central de la Nueva Tierra.
El Cuarto grupo (y Último) de Cuatro Miembros.
a4. 22: 18-. El Señor Mismo Testificando.
18-. Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro:] El propio Señor Jesús es quien cierra todo el testimonio. El pronombre “Yo” es muy enfático.     
 b4. 22: -19, 19. Las Cosas Testificadas.
-18. Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro (19) Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol* de la vida, y (fuera de) la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.] Aquel que ha dado este libro (1:1) ahora lo acaba con este solemne aviso. Este aviso, aunque se pueda especialmente referir a este libro, si embargo, por una verdadera aplicación se extiende por toda la Escritura. Pero solamente la profecía de este libro viene dentro del verdadero alcance de este pasaje. La advertencia nos muestra la extrema importancia que Dios ha puesto sobre este libro. La añadidura de las “plagas” muestra además el verdadero carácter de los juicios registrados en el libro; las cuales son tan reales como las referidas en Deut.4:2; 12:32.
* Así traducen G.L.T.Tr.A. WH. y RV.
Puede haber una todavía una mayor literal interpretación del Libro que solamente entenderán aquellos a quienes les haya caído en suerte vivir en esa dispensación del juicio.
 c4. 22: 20. El Adviento.
20. El que da testimonio de estas cosas dice: “Ciertamente vengo en breve. Amén.”Así será ciertamente.
Este es el anuncio final de la venida o adviento del Señor Jesús. Lo anuncia él mismo. Este es el gran tema o sujeto de todo el libro. Todo es “profecía”, y esta promesa final es la llave para su interpretación. A este anuncio, el Apóstol, y todo aquel que oye, y lee, y guarda las palabras del libro de esta profecía, responde con un santo y rebosante deseo de corazón.
Si, ven, Señor Jesús] el uso de la palabra “Señor” caracteriza la locución como proveniente de Juan: pues ninguno de sus discípulos era tan irreverente como para dirigirse a él llamándole meramente Jesús. Solo él mismo puede hacerlo, y decir “Yo, Jesús”. El Santo inspirador Espíritu puede llamarle “Jesús”. Pero es una irreverencia de la más baja clase que su gente se dirija a él de otra manera que no sea Señor, Maestro, Salvador, o Cristo. Juan se dirige a él aquí, y también en la Bendición que sigue después, como siendo “Señor”.
Una de las grandes lecciones y efecto de este libro será precisamente inspirarnos con una gran reverencia y amor por aquel que es al mismo tiempo el autor y el sujeto de la Revelación.
!Si!: de hecho y en verdad (dice él) “Yo vengo”, y nosotros contestamos, Amén: Sí, Ven, Señor Jesús; Que esta parte prometida se cumpla rápidamente.
 d4. 22: 21. La Bendición.
21. La gracia del* Señor Jesucristo** sea con todos los Santos. Amen. ***] Esta Bendición no solamente completa la correspondencia de la Escritura, sino que además concluye apropiadamente el libro, porque, después de todo, hubo gracia en dar la Ley a Israel, y debe haber gracia aun en esa dispensación de obras. Pero “la verdadera gracia” viene a través de Jesucristo. Y ahora, en esta dispensación actual, TODO es de gracia. Es esto precisamente que le da a la Iglesia su diferente posición y diferente destino. Ojalá que nosotros, mientras tratamos de dividir correctamente la palabra de verdad, vayamos conociendo, más y más plenamente, nuestra propia posición en gracia; y podamos estar así más y más capacitados para entender los caminos y palabras de Dios con respecto a la dispensación venidera de juicio, y a la dispensación de gloria que le seguirá después.    
* G.L.T.Tr.A. WH. y RV. omiten "nuestro".
** L.T.A. RV. (en el texto, y no al márgen), omiten "Cristo." WH. Lo pone en comillas.
*** Los críticos Textuales, así como también los MSS más antiguos, están muy divididos en cuanto a estas cuatro últimas palabras. El peso de la evidencia está en contra de "vosotros", y en favor de "santos".

APENDICE.
Sobre la Relación de la Astrología con el Apocalipsis.
El Apocalipsis ha sido marcado por los enemigos de la verdad revelada como una ficción sagrada; y ya los primeros Cristianos tuvieron que soportar la carga de los Paganos los cuales hallaron una similitud entre él y la adoración del SOL, como dice Tertuliano, ellos (los Cristianos) eran considerados como una secta más de adoradores del sol, y que la construcción de este libro, y los símbolos empleados, no serían más que ideas sacadas de los Misterios Paganos. 
Las condiciones bajo las cuales el apóstol recibió estas revelaciones como para sí mismo, y la manera de presentación —por palabra y escénicamente retratadas— se ha dicho que fue siguiendo el mismo orden y con la misma fórmula que la utilizada por el hierophonte o maestro pagano en su trato con el aspirante,  a medida que el pupilo se adentraba a través del ordenamiento o iniciación en los misterios.  
Pero todo esto, en vez de acarrearnos un problema, es realmente una ayuda para que entendamos este libro, cuando tomamos en cuenta las condiciones del periodo en el cual fue escrito, y el propósito que Dios tenía en vista, haciendo que sea este el libro que cierra o acaba la Inspiración; pues no solamente se refleja sobre la idolatría que entonces prevalecía, sino que mira más allá en el tiempo, hacia la gran apostasía de los últimos días venideros, cuando aquella idolatría a través de la energía Satánica prevalezca de nuevo y llegue a ser la religión establecida de la humanidad.  
 En este libro hay como una Divina ironía. Elías utilizó esa ironía muy efectivamente confrontando a los sacerdotes de Baal. De la misma manera, aquí, los sacerdotes de Baal aparecen una vez más; y son confrontados con sus propias armas.
Cuando Jehová estaba a punto de salir en respaldo de Su pueblo, y liberarlos de la tiranía del Faraón, le dijo hablando a Moisés, que no solamente el hombre y la bestia sufrirían, sino que “en todos los dioses de Egipto ejecutaré también mis juicios. YO JEHOVÁ” (Éxodo 12:12). Sería así manifiesto que cada una de las plagas enviadas señalaba alguna característica cualidad o atributo supuestamente perteneciente a sus dioses, o para probar su impotencia en lo que profesaban controlar.
Esto se hace para reflejar el carácter que había  en los días en los cuales Juan tuvo que profetizar. Así estaban las cosas. Cuando la religión establecida asiente y aparezca entonces en los tiempos venideros de una forma más blasfema y desafiante, no será solamente la adoración de los demonios — dioses — y héroes pasados; sino también la adoración de un HOMBRE vivo que declarará ser DIOS;  blasfemando al mismo tiempo del Dios del Cielo. Entonces es cuando vemos las mismas armas de su falsa filosofía volviéndose contra el enemigo para su eterna condena.   
Dios le dio de gracia a Moisés la evidencia del poder que estaba a punto de delegarles, tanto a él como a Aarón, en la primera de las señales antes de presentarse delante del Faraón, cuando la vara lanzada en tierra se convirtió en una serpiente.
Esta es una bien conocida actuación de todos los magos en los días actuales. Cuando ambos se presentaron ante el Faraón y los magos, cada una de las varas de los magos hizo lo mismo, pero la vara de Aarón se tragó todas sus varas. Para el Rey no fue más que una representación más hecha por magos. Este es un ejemplo de que las mismas armas de los magos se vuelven contra ellos. En el caso de la sexta plaga se hace igualmente evidente, pues de acuerdo a la citación de Gleig en La Filosofía del Plan de Salvación, “había varios altares donde se ofrecían ocasionalmente sacrificios humanos cuando deseaban ser propicios a Tiphón (la Serpiente), el Príncipe del Mal”. Las víctimas eran quemadas, sus cenizas reunidas, y los sacerdotes las esparcían por el aire para que el mal fuese subvertido de todos los lugares donde fuesen esparcidas. Moisés hizo lo mismo; pero la aflicción alcanzó tanto al Faraón como a su pueblo.    
A seguir tenemos una densa niebla contra los adoradores de Isis y Osiris —el Sol y la Luna— los cuales supuestamente tenían el control sobre los elementos. Jehová hizo aparecer una niebla espesa contra la tal perversa pretensión, y durante tres días seguidos el lugar se revistió de una “niebla oscura que se podía palpar”, y de esta manera afirmó Dios Su supremacía.
La más grande de las tinieblas se reservó para el final. La adoración del Dios Sol era la adoración prevaleciente de Egipto, y el sacrificio humano era mantenido en sus rituales.
“El sacrificio del primogénito en honor del Dios Sol (Osiris) era de los ritos más notorios entre los adoradores Semíticos antiguos. El primer mes del año, y el primer signo del Zodiaco referido a este sacrificio, era denominado el “Sacrificio de Bel.”. Es en Acad, y no en Fenicia que debemos procurar el origen de los sacrificios humanos en el Oeste Asiático. Esta información se verifica por dos textos cuneiformes que hacen mención del sacrificio humano. En ellos tenemos la clara indicación del sacrificio de los hijos, como después tuvieron lugar también en Cartago, en Fenicia, y en Palestina así como en las Islas Británicas.”
Esta, fue la última tiniebla y más espantosa para sus idolatrías. Esta plaga final derribó todo su sistema religioso de un golpe, convenciendo tanto al Faraón como a los egipcios  de que tenían que tratar con un Dios que estaba muy por encima de todos los dioses, y que había declarado su nombre, “YO SOY JEHOVA”.
Esta revisión en los comienzos de la historia de Israel nos prepara para que miremos las mismas analogías en su futura liberación registrada en el Libro de Revelación o Apocalipsis, siendo que las circunstancias se revisten en gran medida de manera paralela y similar; la idolatría, como hemos dicho, será restaurada y establecida como la “religión de la humanidad”. Esto nos muestra a qué se debe la existencia de una gran similitud entre las plagas de la primera y los juicios de la postrera.  
Ante nosotros tenemos un libro de 800 páginas en el cual, la labor del escritor se centra en  probar que, en esta Revelación (Apocalipsis), no tenemos otra cosa sino una imitación de los misterios de las revelaciones de Ceres. Pero a medida que el paganismo sea de nuevo revivido, y los dioses demoniacos adorados, y uno más grande que el Faraón dispute el título de Dios para liberar a Su pueblo, aparecerá y se adoptará el mismo proceder que cuando Dios primeramente los sacó de Egipto, y tiniebla tras tiniebla, irá creciendo en intensidad, y las mismas comunes ceremonias se observarán para la iniciación.  
Si, será con más grandes tinieblas y con juicios de mayor intensidad que Jehová reafirmará Su gloria y Su poder. Vea Éxodo 34:10.
Extracto de El origen de la Idolatría Pagana, por el Rev. George Stanley Faber, B.D., libro 6. Pgs.642 y 643:
 “Toda la maquinaria del Apocalipsis, desde el principio hasta el final, me parece a mi muy claro que ha sido copiada de la maquinaria de los Misterios antiguos: y esto, si consideramos la naturaleza del tema o sujeto, fue hecho con la más estricta atención a los decorados poéticos.
 “El propio S. Juan se hace pasar por un aspirante en su iniciación: y, concordantemente, las imágenes presentadas en su mente se asemejan mucho a los escenarios de los Misterios, tanto en naturaleza como en el orden de sucesión.
 “El profeta vislumbra primeramente una puerta abierta en el magnífico templo del cielo: al cual es invitado a entrar por una voz celestial, que interpreta el hierophonte (maestro pagano). Allí es testigo de la apertura de los sellos de un libro sagrado: y en su apertura, se ve impresionado por un conjunto de siniestras apariciones que van surgiendo en terribles sucesiones delante de sus ojos. 
 “Entre estas apariciones son preeminentemente notables una gran serpiente, el bien conocido símbolo del gran padre; y dos portentosas bestias salvajes, que surgen varias veces provenientes del mar y de la tierra.
 “Estas horrible figuras corresponden con los fantasmas caninos de las Orgías que aparecen salidas del subsuelo, y con las polimórficas imágenes del héroe dios principal, el cual fue universalmente imaginado como salido del mar.
“Después de pasar por estos terrible monstruos a salvo, el profeta, atendido constantemente por su ángel hierophonte que hace el papel de un intérprete, es conducido a la presencia de una mujer, cuya descripción recuerda de cerca la gran madre de la teología pagana.
“Al igual que Isis, emergiendo del mar y exhibiéndose a los ojos del aspirante Apoleo, esta divinidad femenina, nacida de entre la bestia salvaje marina, aparece flotando sobre la superficie de muchas aguas. De ella se dice ser una abierta y sistemática ramera; igual que la madre fue declarada la hembra principal de la fecundidad; y es además propiciada por la fornicación literal reducida a un sistema religioso: y, del mismo modo que al iniciado se le hace beber un licor preparado en una copa sagrada; así esta ramera es representada como embriagando a los reyes de la tierra con la copa de oro de su prostitución.   
 “Sobre su frente tiene inscrita la palabra misma MISTERIO: y este título nos dice que, en materia de carácter, ella es la gran madre universal de toda la idolatría.
 “La naturaleza de este Misterio es lo que el oficial hierophonte se encarga de explicar: y una importante profecía es más curiosa y astutamente velada bajo el mismo lenguaje e imagen de las Orgías. Al gran padre nacido del mar se le adscribe un estado dividido en tres: vivió, murió, y revivió: y estas mudanzas de condición fueron debidamente exhibidas en los Misterios.
“A la bestia salvaje nacida del mar también se le adscriben similarmente tres estados: vive, muere y revive. Y mientras está muerta, se halla flotando en el gran océano, justo igual que Horus o Osisris, o Siva o Vishnou: cuando revive, una vez más igual que aquellas divinidades, emerge de las aguas: y, tanto muerta como en vida, él detiene consigo siete cabezas y siete cuernos, correspondiendo en número con los siete preservadas arcas Rishis y los diez patriarcas aborígenes.
 “Y esto no es todo: sino que, como los adoradores del gran padre cargan consigo su marca especial o estigma, y se distinguen por su nombre; así también los adoradores de la bestia marítima portan su marca, y son igualmente decorados por su denominación.
 “Finalmente, sin embargo, se cierra el primero o parte dolorosa de estos sagrados Misterios, y el último o parte gozosa se aproxima rápidamente. Después de que el profeta haya contemplado a los enemigos de Dios lanzados en un terrible lago o inundación de fuego líquido, que corresponde con el lago infernal o diluvio de las Orgías, es introducido en una espléndida región iluminada, expresamente adornada con las características de aquel Paraíso que es la meta de los ancianos aspirantes: mientras tanto, afuera de la puerta santa de admisión, está toda la multitud de los profanos, los perros y los hechiceros y los fornicarios y asesinos e idólatras y todos los que aman y practican la mentira.
 “Podríamos alargarnos más en las comparaciones; pero estas aquí expuestas deben ser suficientes.”
El autor también señala que:
 “En la celebración de los misterios, las cosas eran escenificadas, y por tanto exhibidas literalmente” (Faber pag.149, vol.3)
Hay un gran hecho claramente establecido — pues no habían pasado muchos años desde que el Apocalipsis hubiese sido escrito, para que ya en los primeros siglos,  este libro fuese entonces desacreditado por los Padres.
Jerónimo dice que las iglesias griegas lo rechazaron y pusieron de parte. Cuando apareció no fue solamente atacado por los cristianos orientales, sino que, de acuerdo con ellos, victoriosamente refutado: y visto por ellos como siendo, en el mejor de los casos, el más oscuro poema sobre el SOL naciente. (Epist. 193, ad. Dard. Citado de La Humanidad: Su Origen y Destino.pag.511).
Esto ha sido retirado de una obra cuyo propósito y pretensión como hemos dicho es probar que el Apocalipsis no es una Revelación Divina. Han sido muchos los que han llegado a esta misma conclusión junto con este autor; y opinan que no solamente este libro, sino que toda la Biblia se ha escrito y construido  rebuscando en los misterios del Paganismo. Incluso el excelente y reverente escritor (Mr. Faber) afirma que el Apóstol Juan utiliza las ideas y la fraseología de los  misterios, cuya base son la Serpiente y el Sol adorados con las huestes del cielo.  
 “Óculo, que fue un discípulo de Pitágoras, dice lo siguiente: El universo considerado en su totalidad, no nos descubre nada que nos revele un comienzo, o que nos presagie la destrucción; nadie ha visto cómo ha sido creado, o mejorado, o deteriorado, o decrecido; es siempre el mismo, existiendo y yendo en el mismo camino, siempre igual, o similar a sí mismo!” (Cap.1. parágrafo 6, Origen y Destino, pag.394).
Hay evidencias posteriores que aparecen después para mostrar que hay un designio en la configuración de las Constelaciones. Estas evidencias se hallan en las tablas Babilónicas conocidas como la Leyenda de la Creación. En ellas se afirma que “algún personaje divino preparo las moradas…Él fue quien fijó las estrellas. Incluso el Lumasi” (cuya palabra el Profesor Saice traduce como significando “El Pastor del Héroe”, siendo que el Héroe es el Sol). La conclusión a la que llega es que el divino autor fijó las constelaciones para cada uno de los doce meses. (Vea Las Constelaciones Primitivas. De Rover Brown Junior. Vol.2. pag.1. 1900).
También tenemos un registro interesante ofrecido en un periódico acerca de un escenario hallado recientemente en el Éufrates. Se denomina “una reunión para orar de adoradores de la Estrella”. El escritor dice que “todavía subsisten cerca de cuatro mil de estos adoradores en su tierra nativa, principalmente en las márgenes del Éufrates. Se denominan a sí mismos Mandaites, o poseedores de la “Palabra”, la PALABRA VIVA”.
          Yerguen o levantan su “MISHKNA” o tabernáculo. “Alrededor de la media noche los adoradores de la Estrella, tanto hombres como mujeres, vienen descendiendo lentamente hasta el Mishkna a través de las márgenes del río… se da una señal, y una procesión de sacerdotes se adentra en el Mishkna. Un “diácono” sostiene erguido la gran cruz de madera…El libro sagrado SIDRA RABBA es depositado sobre el altar, abierto donde la liturgia de la vida se divide del ritual de los muertos. El sumo sacerdote toma en sus manos una paloma en vida, “extiende sus manos hacia la estrella polar, sobre la cual fija él sus ojos, y deja en libertad al ave volando, diciendo al mismo tiempo en voz alta, “en el nombre del viviente, bendita sea la luz primitiva, la luz antigua, la Divinidad creada a Sí Misma” (Ibid., pags.177-8).
 “…Aquí, como tan frecuentemente sucede, el ritual terrenal se basa en, y es un “modelo” de “las cosas en el cielo” (Ibid., pag.185).
 “Las estrellas cercanas a Centauro permiten la introducción de una figura posterior, la Bestia salvaje, la cual, originalmente formaba parte de las constelaciones, mostrando el triunfo del dios Sol sobre la Bestia de las tinieblas, y sobre su propio León solar” (pag.241).
 “…Tales por tanto fueron los principios que se obtuvieron en la formación de las primitivas constelaciones: Las religiosas y mitológicas ideas, desde hace tanto tiempo existentes  y veneradas, fueron estampadas sobre el cielo como formas sagradas y celestiales.”
 “…El sistema así formulado en el valle del Éufrates fue aceptado y adoptado en el Occidente Asiático. Las constelaciones de los Israelitas y de los Fenicios fueron las mismas de los Babilonios y Asirios, e incluso Bel reaparece como Baal, e Istar como Astoret” (Ibid., pags. 240-2). 
“Los cielos del sur son una duplicación de los del norte, y considerados como la región acuosa. En esta región se halla Cetus, que trata de devorar al hijo de la mujer” (R. Brown, Junr., La Ley del Orden Cósmico, La Astrología en el Apocalipsis, pag.81).
 “Cetus lanza o vomita un río, así está grabado en el planisferio. Corre descendiendo por el interior del horizonte hasta el submundo. Este Cetus es la bestia salida del mar.”
“La Bestia sobre quien asienta la mujer es Babilonia.”
En el planisferio ella se sienta sobre la Hidra, el dragón de las siete o muchas cabezas, que procede del Crater o Caos. Todas las aves se sacian con su carne. Este es el cuervo devorando a la Hidra” (pag.91).
“Las Tribus fueron consideradas paralelas a los signos Zodiacales” (pag.113).
“El Apocalipsis es un sueño magnífico del triunfo final de Cristo sobre el Anticristo, una visión gloriosa del cosmos moral del mundo de Dios, puesto en conflicto con la Anarquía, y prácticamente es un aviso y una consolación para el pueblo de Dios en medio del periodo de su persecución” (pag.92).
El Sr. Maunder refiere una gran astronómica revolución que tiene lugar a seguir al primer nombramiento de los signos. “Cinco mil años atrás, el Zodiaco fue planeado, con el Toro de Tauro como su inicial. Aries entonces era el último y el de menor importancia de los doce. La vez siguiente que tenemos el aparecimiento del estado de la Astronomía es de cerca de 2000 años después. El Carnero de Aries es ahora el príncipe del Zodiaco, Tauro ha sido relegado a un segundo plano, y en sí mismo todo el Zodiaco ha sufrido un importante cambio…Cómo esta revolución haya sucedido, hasta el presente no tenemos manera de saber; pero ha interpuesto hasta ahora una importante barrera para nuestro aprendizaje tanto  de la literatura clásica, como  de los mitos y monumentos, de nada de todo esto se puede decir que “haya algo digno de crédito” en cuanto al verdadero origen de las constelaciones, por la razón de que las fuentes que hemos consultado son, en consecuencia de tal revolución, tan ignorantes en la materia como lo somos nosotros…” (Siglo XIX, Sep., 1900, No. 238, pág. 459. Artículo, “El Más Antiguo Libro Ilustrado de Todos”).  
Todo esto es una evidencia que nos muestra la existencia de algo más que meras coincidencias a la vista en  este maravilloso Libro.
Para el lector ignorante no son más que cosas sin sentido alguno. Pero cuando consideramos el gran alcance del Apocalipsis, somos capaces de entender el por qué regresa y mira atrás al principio, y se extiende de ahí para adelante hasta el fin; escribiendo disparatadamente sobre la perversión del hombre de la verdad primitiva, que castiga con juicios a quienes intenten revivirla; y mostrando que el Dios del cielo está muy por encima de los dioses de los paganos. Estos dioses serán incapaces de proteger a sus adoradores cuando el Dios viviente se levante para herir terriblemente la tierra.  


Si deseas recibir nuestras publicaciones directamente en tu dirección de e-mail o contactarnos escríbenos a: mirasoloadios@live.com

Comentarios