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"MINISTRANDO AL SEÑOR- EL PODER DE SU PRESENCIA" Por Roxanne Brant. (Presentación del libro).

Amados en Cristo: Dios los bendiga en el poderoso nombre de Cristo Jesús. Hacemos disponible a ustedes el libro “ Ministrando al Señor, el poder de Su Presencia” de Roxanne Brant que hemos estado publicando. Es nuestra oración a Dios que este libro sea una herramienta muy útil en el crecimiento de su relación intima y personal con Dios. Alabar a Dios, adorarlo y tener comunión con Él en el Lugar Santísimo es de tremendo poder al creyente. Nadie como el Todopoderoso Mismo para revelarse a aquellos que le buscan con hambre y sed de conocerlo. Las verdades contenidas en este libro literalmente cambiaron mi vida. Ha habido un antes y un después al adentrarme en el hermoso tema de MINISTRAR AL SEÑOR. Hay quienes dicen que se debe adorar en privado, en público, sin música, con música, hablando en lenguas, levantando las manos al cielo, yo simplemente puedo decir que el adorar a Dios se hace con el corazón, derramando el más profundo amor e inmensa gratitud al Altísimo, la ado

"MINISTRANDO AL SEÑOR". Comentario de los traductores y testimonio de Gracinha Bento

A mada familia de Dios: Es un verdadero tesoro, privilegio, honor, regocijo y deleite el que nos ha otorgado nuestro maravilloso Abba Padre en esta Era de Gracia. El consolador que prometió Jesucristo que vendría después de él, nos está guiando a TODA la verdad. ¡Qué tiempos tan maravillosos estamos viviendo con nuestro Abba revelándose poderosamente delante de nuestros ojos! El poder contemplar Su Gracia, Su poder y Su gloria en medio de milagros, señales y maravillas es algo que nos embelesa y apasiona a aquellos que amamos a nuestro Dios con todas nuestras fuerzas. Ha sido un verdadero gozo y privilegio trabajar en este maravilloso libro “Ministrando al Señor, El Poder de Su Presencia” poniendo la mirada fija  en nuestro Abba. Podemos dar testimonio ante Su Presencia, de que las verdades espirituales contenidas en este libro han cambiado nuestras vidas y nos han hecho crecer considerablemente en nuestra relación intima y personal con Él. Agradecemo

ALGUNOS DE LOS RESULTADOS QUE SE OBTIENEN MINISTRANDO AL SEÑOR. Capitulo 4. "Ministrando al Señor, el poder de Su Presencia"

S uceden muchas cosas a favor nuestro cuando ministramos al Señor, pero solamente vamos a tratar con algunos de esos beneficios. Algunas veces la adoración culmina en revelación, aunque, normalmente es la revelación la que nos guía a la adoración. Cuando Moisés subió al Monte Sinaí, "El Señor descendió en la nube y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová" (Éxodo 34:5). Y entonces "Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró." (Vers.8). Cuando Jehová se manifestó a Moisés, su reacción fue adorar. Cuando Jesús sanó al hombre que había sido ciego de nacimiento, el hombre fue inquirido por los fariseos, expulsado de la sinagoga y posteriormente hallado por Jesús. Cuando Jesús le dijo a este hombre que él era el Hijo de Dios, el que había sido ciego respondió con su adoración diciendo: "Creo, Señor, y le adoró”. (Juan 9:38). Hay innumerables ejemplos de personas a quienes Dios se les manifestó y cuya

LAS MANERAS DE MINISTRAR AL SEÑOR. Capítulo 3. “MINISTRANDO AL SEÑOR” EL PODER DE SU PRESENCIA. POR ROXANNE BRANT‏‏

N osotros aprendemos a ministrar al Señor estudiando en las Escrituras cómo le ministraba Su gente y, además, ministrándole cada uno por nosotros mismos. Hay varios aspectos respecto a ministrar al Señor que están expuestos en Génesis 22 donde la palabra "adoración" se menciona por primera vez en la Biblia.                                           Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. (Génesis 22:5). En primer lugar, vemos que Abraham creyó a Dios. Igual que Abraham, necesitamos la fe para adorar a Dios. La Biblia dice:                                           Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca  Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6). Solamente después de ser renacido y de haber entrado en Su Reino, te puedes presentar delante de Dios, por fe y