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DIOS ES TU FUERZA. De Joseph Prince

Efesios 6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Cuando tú dices: "Puedo manejar este problema por mí mismo, Señor", Dios dice: "Está bien, entonces hazlo". Pero cuando dices: "¡Ayúdame, Señor! Te necesito. No puedo hacer esto por mí mismo", Dios dice: "Bien, he estado esperando a que dijeras eso. Tú no puedes, pero Yo puedo. Ahora, ¡obsérvame trabajar!" Así es como Dios es: Él ama cuando dependes de Él.

Verás, cuando piensas que tú eres fuerte y que no necesitas a Dios, Él no puede ayudarte. Pero cuando lo necesitas y lo buscas a Él, Él no te dejará débil y desamparado. Él viene y se convierte en la fuerza de tu vida. Se convierte en la liberación que necesitas.

Un miembro de la iglesia con el hábito de fumar vino a mí un día y dijo: "Pastor Prince, por favor ore para que Dios me ayude. Quiero dejar de fumar”.

Le dije simplemente: "Tú no puedes, pero Dios puede".

Él respondió: "Sí, sé que yo no puedo. Pero con la ayuda de Dios, me disciplinaré y haré todo lo posible para dejar el hábito".

Le dije: "No, tú no puedes, pero Dios puede". Le repetí esto unas cuantas veces hasta que se dio cuenta de que no era su autodisciplina o fuerza de voluntad lo que le ayudaría a superar su hábito de fumar, sino el poder de Dios. Él finalmente entendió que la verdadera liberación de este hábito destructivo no vendría por su propia fuerza, sino por "fortalecerse en el Señor y en el poder de su fuerza".

Cuando volví a verlo unas semanas después, me dijo: “Pastor Prince, desde ese día, ni siquiera intenté parar de fumar. Pero cada vez que levantaba un cigarro, le dije a Dios: "Yo no puedo, pero Tú puedes". Entonces un día, ¡el deseo de fumar se había ido! ¡Jesús me ha librado completamente de mi esclavitud a la nicotina!" Este hombre experimentó verdadera liberación, no sólo una forma exterior de disciplina y fuerza de voluntad.

Así que cuando tú dices: "yo puedo hacer algo con mi situación", todavía estás confiando en tu fuerza humana. Pero cuando le dices a Dios: "No puedo, pero Tú puedes", acabas de hacer conexión con el verdadero suministro de tu fuerza: Dios. ¡Y mientras descansas en Su fuerza, verás Su poder manifestándose en tu vida!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

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